SHOBOGENZO, EIHEI DOGEN y ZEN.

Eihei Dogen 1200-1253
Si empezamos a buscar información sobre el Budismo y el Zen, nos podemos perder intentando entender las diferentes vertientes, con sus diferentes peculiaridades; y luego además las subescuelas que se han formado de cada una.

Aunque el Budismo se originó en la India, y es descrito por diferentes textos en el sanscrito arcaico como son los Sutras Prajñāpāramitā. La influencia Budista abarcó diferentes países de la región y a medida que se difundía, este budismo original fue dividiéndose en 3 lineas principales, la más practicada, conocida y numerosa, es el Budismo Mahayama. Y de esta rama llega a Japón convirtiendose en lo que hoy conocemos como Zen... primero a través de textos chinos y luego con textos japoneses, sobretodo a partir de 1253.

Este primer texto budista escrito en lengua japonesa fue obra de Eihei Dōgen. Dōgen, aprendió el budismo Mahayama en la antigua china y una vez iluminado, volvió a Japón a crear la escuela Soto de Zen,que es sin duda la rama del budismo Zen más importante.

Lo más destacado del budismo Soto Zen,fue la posición de meditación o Zazen, una palabra que se podría traducir como "meditación sentado". Los monjes practicantes de la escuela de Dogen, se sentaban horas y horas, meditando con sus piernas cruzadas, la mirada dirigida hacia abajo a la distancia de un metros (+/-), espalda recta, y con las manos en el regazo, mano derecha sobre mano izquierda, y dedos pulgares juntos. En esta posición se intentaba abandonar el cuerpo y la mente, y con la practica llegaria la iluminación o buda.

Lo que acabo de explicar sobre el Zazen es de tremenda sencillez, no pretendo alargar mucho esta entrada porque lo único que quería era señalar y dar a conocer a Eihei Dōgen. Uno de los maestros más importantes en la filosofía oriental.

Si quieres más información sobre él. Puedes ver la película en Youtube (lo enlazo en la entrada).



Probablemente, la película os sepa a poco, por lo menos a mi me entraron ganas de saber más sobre las enseñanzas de Dogen. No os preocupeis, existe un libro, no terminado que escribió hasta su muerte, el libro se llama Shōbōgenzō.

Lo puedes descargar en PDF  aquí.  Espero os guste.

EL DERRAME DE LA ILUMINACIÓN ·JILL BOLTE TAYLOR.

Hace poco, por infortunios de la vida, me topé con un hecho vital muy curioso que creo podríamos aprender e incluso debatir en este blog, gracias a las experiencia pasadas de otras personas. Este blog no sólo trata de la filosofía oriental, sino de como este pensamiento busca el tema de la esencia humana, de la liberación del Ego y por qué no, el Nirvana (en ese orden).

El hecho fue que una de las personas más queridas para mí sufrió un accidente cerebrovascular, en concreto un derrame cerebral o ictus. Empecé a curioserar, a informarme de como el ictus le podría afectar y de cómo podía rehabilitarse. Pero antes de seguir, me gustaría explicar que esta persona me dio una grata sorpresa e inesperada; una vez fue sacada de la zona de cuidados intensivos del hospital, pudimos visitarla. Esta persona que había sufrido un ictus, un derrame cerebral, quedó afectada de una parte del cerebro produciendole una parálisis en la parte derecha del cuerpo y perdiendo la capacidad de hablar, por tanto era de suponer que estuviera desecha, derrumbada y abatida frente a sus malas perspectivas en su calidad de vida. En cambio, su mirada transmitía una profunda serenidad y eso me llamó la atención y me calmó. Al principio pensé que quizá se debía a la gran cantidad de analgésicos y otros medicamentos que le estaban suministrado. Pero con los días empezó a hablar y poco a poco, y pude comprobar que cognitivamente su capacidad era la de cualquier persona, estando esta intacta. A medida que pasaban los días su mirada tranquila y vivaz continuaba, así como su carácter desenfadado y sencillo. No me pude explicar cómo una persona, la cual había sufrido un accidente que le había cambiado tanto la vida (parálisis de la parte derecha del cuerpo y el habla) podía estar de forma tan serena y confiada. Rebosante de seguridad, energía y empatía... para mis adentros pensé: es una persona muy fuerte y admirable.

Toda esta impresión lo dejé al lado, y siguiendo con mis curioseos y mis ganas de aprender más sobre el tema de los accidentes cerebrovasculares, me encontré con el siguiente vídeo. Es un vídeo donde una doctora en Neuroanatomía, Jill Blote Taylor, explicaba ella misma que había sufrido un Ictus, y que esto le cambió la vida a muchísimo mejor. La conciencia de esta se expandió, y pudo ver una realidad que muy pocos en el mundo hemos experimentado. 

Es muy interesante el vídeo, no porque me explicaba aquello que de forma intuitiva entendí  cuando la visité por primera vez y le miré y sus ojos me transmitieron un estado de ánimo sereno, confiado y jovial. Sino que además, explica de forma clara, concisa, simple y sobre todo de forma científica y occidental (de pensamiento analítico) el gran proceso que pudo experimentar. No voy a tratar de explicarlo o resumirlo porque es mucho más interesante que podáis ver la narración de los acontecimientos de la misma protagonista.


Un par de meses después, hablé con la persona que había sufrido el Ictus, analizamos el vídeo y lo vimos. Cuando acabó de verlo, se me quedó mirando sorprendida a los ojos, con cara de sorpresa y me dijo: Eso es lo que me pasó, eso es exactamente, pero como no sabía explicarlo, no estaba segura y no lo entendía.

Si alguien está interesado en el tema del Ictus, el derrame cerebral, accidente cerebrovascular, infarto cerebral, etc... le animo a que se lea el libro: JILL B. TAYLOR, Un ataque de lucidez. Un viaje personal hacia la superación, Debate, Barcelona 2009 

MASANOBU FUKUOKA, TAOISMO Y AGRICULTURA NATURAL.


Hace tiempo hablé por encima sobre un hombre, Masanobu Fukuoka. Este señor nació en 1913 y falleció hace poco, en 2008. No estamos hablando de antiguos filósofos de la China de la dinastía Ming, o en su caso Japón. Con esto quiero decir que él como joven actual se dedicó a vivir la vida como hacían todos los jóvenes de su época. Estudiar y salir por la noche en un tipo de vida desenfrenada. Siempre le había gustado la filosofía taoísta, quizá por el vínculo que tenía con la naturaleza y la agricultura desde la infancia.... así como por una mente despierta y sensible.

Tras una vida ajetreada sufre una crisis nerviosa y se desmorona, esto le sucedió con 25 años. Y un día, en plena crisis siente la experiencia liberadora que describe del siguiente modo: “Las hojas bailaban verdes, centelleantes. Sentí que esto era el verdadero paraíso sobre la tierra. Todo lo que me había poseído, todas las agonías, desaparecieron como sueños e ilusiones y algo que se podría denominar la verdadera naturaleza se reveló ante mí.". 

Esta experiencia le marcó profundamente, dejó su carrera profesional como biólogo, en concreto edafólogo (que estudia la composición del suelo) y fitopatología (que estudia las enfermedades de las plantas) para la aduana de Japón. Todos estaban sorprendidos de su repentino cambio e incluso sus mejores amigos lo dieron por perdido tras ver el cambio que hacía en su vida. Pero desde ese momento, Masanobu Fukuoka empezó a vivir según sus convicciones y su manera de ver el mundo tras esta experiencia. 

Como muchos sabemos, una de las premisas del taoísmo es el "no hacer" o mejor dicho "hacer sin hacer nada". Y justo fue esta idea la que llevó a cabo. Después de dejar su trabajo, volvió a su pueblo natal, en una pequeña isla de Japón. Empezó a cultivar arroz, cebada, arboles frutales y algunas hortalizas... Pero lo que caracterizaba la "nueva" forma de cultivo que practicaba es que esta estaba en sintonía con la naturaleza, de hecho fue rebautizada como "agricultura natural". 

 Desechó, las prácticas agrícolas que se habían dado hasta ahora, tanto la tradicional agricultura japonesa como la agricultura moderna dependiente de una gran cantidad de pesticidas y abonos. Las dos formas de trabajar la tierra empobrecían el suelo, lo dejaban seco y sin sus nutrientes necesarios. Las dos formas exigían el trabajo costoso y pesado, de varias tareas y al final la producción llegaba a ser igual o menor al método natural. El método de Masanobu era un método en el cual no había mucho trabajo, no consistía en dañar la tierra sino todo lo contrario, en crear un ecosistema que se mantuviera en equilibrio. Tanto plantas, plagas, como depredadores de las plagas, se encontraban en un equilibrio tal que no era necesario añadir nutrientes al suelo ni aplicar agentes químicos para nutrir un suelo pobre.

Por supuesto, no voy a hablar de los detalles técnicos, pero cualquiera interesado puede encontrar información. Únicamente quiero destacar señalando lo que yo veo como los 4 beneficios que se podían conseguir (y de hecho lo consiguió) al practicar la agricultura natural.

1º- Equilibrio natural. La naturaleza en su expresión sin restricciones busca métodos complejos para autoregularse y crecer, la mano del hombre muchas veces crea un problema mayor al tratar de solucionar otro menor. En cambio, la complejidad de las relaciones en la naturaleza escapan en mayor parte a todo el conocimiento científico que hay, y probablemente que habrá, Masanobu entendía la agricultura así y gracias a esto consiguió el respeto a la naturaleza, y por tanto el respeto hacia todo lo vivo.

2º- No empobrecía el suelo. Los suelos que podemos ver en los campos actualmente son bastante pobres, por eso no paran de añadir productos químicos para nutrirlo de forma sintética. Al arar la tierra, algo que se hace muy comúnmente, se facilita la germinación de plantas no deseadas (malas hierbas), y hay que gastar tiempo y dinero en acabar con esta nueva plaga. El método de Masanobu hacía que cada año el suelo fuera más y más nutrido, dando resultados óptimos. No araba la tierra.

3º- Gran producción. Quizá decir resultados óptimos es quedarse corto. Las producciones eran igual de altas que las tierras más productivas de todo Japón... se hicieron comparativas. Todo ello con menos esfuerzo, sin maquinaria, con menos recursos naturales y sin gasto en productos químicos. Por lo tanto, es el método más productivo comparado con los otros dos métodos: tanto el tradicional como el moderno.

4º- Menos trabajo. Para Masanobu el trabajo de reparar la tierra era también el de reparar el alma humana, estaba unido y así lo afirmaba él. No obstante aunque la pasión era su trabajo, no hay que tener en cuenta que sigue siendo un trabajo, y que es probable que por mucho que nos apetezca trabajar, sintamos que otras veces no nos apetece (por el motivo que sea). Este método nos enseña que no hace falta trabajar tanto, que no hay que luchar contra la naturaleza, sino ayudarla y favorecerla para que ella nos facilite lo que necesitamos. No tiene sentido ir contracorriente.

¿Y por qué hablo de agricultura en un blog de filosofía? Porque pienso que el método de  Masanobu Fukuoka estaba en concordancia con unos valores naturistas, Taoístas en concreto. Y demuestra como muchas veces, pensamos que nuestra ciencia es lo mejor, que no nos hace falta la naturaleza excepto para explotarla, y no nos damos cuenta, que en ese proceso aparece un profundo sentimiento de aislamiento, una sutil (o no sutil)  desesperación por sentirnos formar parte de algo grande y que no acabamos de encontrar... un sentimiento de búsqueda que creamos. En la búsqueda nos queremos sentir que formamos parte de algo: de un país, de una religión, de un equipo deportivo, o incluso de nuestro nombre, de nuestras ideas o experiencias.

UN APUNTE CIENTÍFICO SOBRE LA HOMEOPATÍA.


Antes de empezar con este artículo quiero aclarar que escribo sobre el tema de la homeopatía, que en principio no tiene nada que ver con la filosofía oriental, porque todos aquellos que hemos investigado diferentes tipos de encontrar una mejor salud fuera de la "medicina oficial" (sea el yoga, el taichí, la meditación, etc...) hemos estado en contacto alguna vez con el mundo de la homeopatía. Por tanto, aunque directamente no tiene nada que ver, considero adecuado abordar de un modo conciso y adecuado el mundo de la homeopatía y la controversia que despierta.

Desde siempre, mejor dicho, desde que se creo esta disciplina de la salud en 1796 por Samuel Hahnemann, la hometopatía se ha tachado de pseudociencia. Un tipo de medicina alternativa que no contaba con el respaldo de la comunidad científica ni por la gran mayoría de los "expertos" de la salud. Ha sido siempre tratada como un tema de charlatanes y sacadineros y pocos se han dedicado a estudiarla profundamente.

En este artículo, no intento culpar a las personas de su falta de miras con el tema de la homeopatía, es evidente que acostumbrados al método científico, el que nos enseña que un experimento se puede repetir una y otra vez para comprobar que funciona, exijamos pues que ante cierta afirmación (la base homeopática) queramos alguna prueba clara que la demuestre. Más aun, cuando la base de la homeopatía, no tiene ningún sentido y está en contra según todo el conocimiento científico que hemos obtenido.

Pero seamos más abiertos de mente. El tema de la homeopatía es curioso, a primera vista no tiene ninguna lógica. La base principal de la homeopatía es que una cierta propiedad de un elemento, es diluido tantas veces que si hiciéramos un análisis, no encontraríamos ni una sola molécula de la disolución inicial, y mucho menos la cantidad adecuada para que pueda surtir efecto. Pero aun así, se son muchas las personas que aseguran que han obtenido cierta mejora con ayuda de la homeopatía. De hecho, no solo las personas han encontrado un beneficio, sino también animales a los que se les ha suministrado han conseguido un beneficio destacable. Digo esto, para desmontar a aquellas personas que contra-argumentan que el porcentaje es similar al del placebo.

Existirán cierto estudios que dirán que el porcentaje es el mismo, otros que mayor, etc... cada uno puede sacar sus  propias conclusiones. Pero hay que tener en cuenta, que existe un gran lobby, un grupo de presión económico, que impide y dificulta desde muchos ámbitos el desarrollo de la homeopatía. Este grupo de presión son las farmacéuticas, más interesadas en conseguir beneficios y mantenerlos, que en conseguir curar a las personas.

Entonces, viendo en general el mundo de la homeopatía como está, cuales son las presiones y en general su mundo. Os podéis preguntar, qué puedo aportar para contrarrestar toda la oposición que está padeciendo la homeopatía. Y en efecto, existe un hecho, científico para todos aquellos que les cueste imaginar que existen cosas aun por descubrir. Se trata de los trabajos del premio Nobel Dr. Luc Montagnier, una eminencia que recibió el premio nobel por poder aislar y "encontrar" el virus del SIDA.

El virólogo francés ha estado en los últimos años estudiando las propiedades del agua. Y sobre todo la memoria del agua. No quiero decir más sobre este asunto porque ya existe un documental que explica los trabajos de Luc Montagnier, y protagonizados por él mismo. El descubrimiento es impresionante, inimaginable y rompe con los esquemas mentales que nos hemos creado tanto individualmente como imaginario común y cultura occidental. Los caminos que se abren son tanto y de tan alta importancia, que merece la pena invertir un poco de tiempo para ver el documental. Se titula: Se ha encontrado la memoria del agua  (subtitulado al español-castellano).



EL FLUIR Y LA NECESIDAD.


Se dice que nada en este mundo es eterno, que nada es para siempre. Y eso es cierto, excepto por una cosa: nada es para siempre excepto el cambio. Todo va cambiando, quizá no nos demos cuenta, pero todo el universo fluye, a escalas temporales inconcebibles para nosotros, a tamaños muy grandes, como son las galaxias o muy pequeños como son las partículas subatómicas. Pero nada, nunca, jamás, está siempre en el mismo estado. Y este cambio, nunca se detiene, ese cambio es eterno y es el proceso resultantes de infinitas influencias que ni siquiera conocemos.

En la filosofía oriental, se hacen referencias al fluir del agua, del río, de los árboles elásticos que se adaptan al viento cambiante, etc... bellas y naturales metáforas que apuntan a un cierto defecto de nuestra conciencia. Para el sabio, está claro que nuestra incapacidad para observar el mundo tal y como es, se debe a nuestro juego con las ideas. Las ideas, como los números, son solo abstracciones del mundo real, y por tanto no son la realidad... hasta ahí está claro. Por supuesto que las ideas son útiles, pero deben permanecer en su lugar, son convencionalismos sociales y/o individuales que utilizamos para expresarnos o incluso para intuir el mundo como es (según nosotros). Las ideas son fáciles de manejar, son estáticas y no cambian, por lo cual podemos echar mano de ellas y utilizarlas cuando queramos para preveer el mundo. Y dado que el mundo está siempre en continuo cambio, tomar las ideas nos ayuda a "interpretarlo y manejarlo".
Que coloquemos las ideas en lugar de la realidad, es el resultado de la observación y la experiencia. Quiero decir, si yo veo que después de la noche sale el Sol, y eso lo veo una y otra vez, voy a dar por supuesto que después de la noche va a salir el Sol. Eso nadie lo puede discutir "después de la noche, viene el día". Y ese hecho, lo tomamos como una realidad inamovible. No  discuto el hecho de que mañana va a salir el Sol, sino el proceso por el cual, adquirimos un conocimiento, lo interiorizamos con palabras, y luego empieza a formar parte de nuestra realidad. ¿por qué digo nuestra realidad? Porque la afirmación "después de la noche, viene el día", si dejamos de verla a través de nuestro condicionamiento, vemos que es solo una afirmación subjetiva. Solamente existe en nuestra escala temporal, en nuestro planeta, e incluso en nuestras latitudes (en el polo norte, hay días y días seguidos sin ponerse el Sol). La realidad es como es, pero esta es cambiante. Es una afirmación no tan distinta a la que se decía hace 500 años: El Sol gira alrededor de la Tierra. 

Puestas las ideas, la verbalización en un lugar privilegiado, suceden dos aspectos importantes:

La formación del Ego. A medida que crecemos, y según las experiencias vividas, según la sociedad que nos rodee, según el nombre que nos pongan o el aspecto que tengamos, o lo que sea... nos vamos haciendo una idea de nosotros mismos. Esto quiere decir, que de nosotros, que seguimos siendo un organismo interconectado al universo y cambiante, extraemos una idea de nosotros mismos: extraemos la idea del YO. Aquí se da el primer error de conciencia, nos vemos a nosotros mismos como una entidad propia, nos vemos como Pepito, Juanito o lo que sea. Y esta personalidad que acabamos de concienciar es solo una idea, sin realidad... aunque para nosotros sí es real. Además, está ligada al proceso de autoprotección física para convertirse en autoprotección como objetivo. Esto quiere decir, que quizá en los procesos de aprendizaje, de supervivencia, empezamos a saber que cierto aspecto nos puede hacer daño y por tanto es conveniente preveer. Un ejemplo muy claro: imaginemos que de pequeños, al acercarnos al fuego, vemos que nos quema y nos hace daño, esto se queda grabado en nuestra memoria, y este aprendizaje es útil para nuestra supervivencia. La experiencia nos sirve como un mecanismo de supervivencia y es beneficioso... pero el siguiente paso, es el de que nuestra conciencia, superdesarrollada comparada con la de otros seres vivos, que empieza a crear una imagen de nosotros mismos, y por tanto una serie de escudo no para protegernos físicamente del fuego, sino para no dañarnos emocionalmente. Esto quiere decir, no dañar la idea que tenemos de nosotros mismos. Por tanto, la idea de nosotros mismos, está vinculada a nuestro cuerpo físico. Por tanto, está vinculada a la necesidad de protección y supervivencia, y la palabra clave, es la "necesidad", mientras no hay necesidad, no hay exigencias, ni de evitar el dolor y ni de perseguir el placer. Y al ser tomados como idea, separada del cuerpo, aparecen creencias basadas en la "necesidad" de reconfortar la idea de uno mismo.  

Dejamos de vivir. Quizá todo lo dicho anteriormente suene un poco desolador. Pero siendo serios, esto no deja de ser una valoración filtrada por nuestro egoísmo. Es tan limitada y a la vez tan sobrevalorada nuestra conciencia que nos es casi imposible ver algo más. Los sabios que han "podido" abrir sus horizontes de conciencia, saben que de desolador no hay nada. No lo explican, no lo expresan con palabras, no dan directrices que seguir porque si hubiera que seguir un camino, habría una intención y motivación fruto de nuestro Ego... y este es quizá, el punto más difícil de resolver de todos aquellos que buscan algo más.

Dejando eso a parte, es importante darse cuenta, que jugar con ideas, no es estar más vivo que un ordenador. Puede producirnos placer, entretenimiento, consuelo, etc.. pero mientras estemos centrados en los juegos de ideas, estaremos ciegos a la realidad. Erich Fromm, un destacado psicoanalista, psicólogo social y filósofo humanista lo explicaba de la siguiente manera (con mis palabras): a la hora de ver una flor, decimos que es una rosa, y durante se produce el parloteo rápido y casi imperceptible de la "rosa", dejamos de observar la flor.
Si esto se repite de forma casi infinita con nuestra ideas, con nuestros pensamientos, estaremos dejando de apreciar el mundo tal y como es. Estaremos viendo el mundo según nuestra experiencia, según nuestros datos y por tanto, el mundo dejará de mostrarse grande, apasionado, bello y de una inmensidad inconmensurable. Ante tal belleza, es posible cuestionarse qué es vivir... si aquello cuadriculado y medido que es lo que pensamos, o si es el gran mundo con infinitas cosas por descubrir para el buscador sin intención.

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