LA RELAJACIÓN COMO MODO DE LIBERTAD.


Cuando me relajo en las clases de yoga, cuando lo hago más y más, me doy cuenta que sucede una cosa curiosa... a medida que me relajo más y más, el Ego va desapareciendo.

En un vídeo de Alan Watts, él nos decía que cuando en clase de pequeños nos imponían u obligaban a atender en clase, poníamos en tensión los músculos de los ojos, los músculos que rodean el oído, apretábamos la mandíbula, y todo ello con la intención de doblegar nuestra voluntad y dirigirla hacia algo... esa tensión muscular era un signo de tensión mental. Nos obligábamos a nosotros mismo a hacer un esfuerzo para escuchar o ver mejor (algo que no tiene mucho sentido). Nuestra mente se desdobla para que una parte de nosotros mantengan controlada a la otra. Este fenómeno lo podemos llamar de muchas maneras, pero nos quedaremos con la forma con la cual Krishnamurti se refería a ella: era el pensador y el pensamiento. El pensamiento es libre, pero debido a la presión externa creamos una entidad ideal (de idea) que nos obliga a enfocar la atención, a concentrarnos. Y por tanto, esto produce tensión, tanto muscular como mental. De hecho, mantener la atención en algo que nos aburre es de las cosas más cansinas que existen.... ¿ a qué si?

Pero quizá, esa tensión que empezó como algo consciente, como una respuesta a un condicionamiento exterior se vaya quedando de manera fija. Seguramente  habréis visto, quizá en nosotros mismo, que apretamos la mandíbula, que tensamos el entrecejo o los hombros, que hacemos movimientos con la mano y, sobre todo, no hacemos respiraciones profundas y fluidas. Esto no es más que el recuerdo de algún tipo de tensión que no somos capaces, o no queremos, dejar fluir. Realmente se trata de un sentimiento de supervivencia, de adaptación, que no queremos exteriorizar. Por tanto, mantenemos esa tensión.

Pero cuando nos relajamos, esas tensiones las dejamos ir y , en ese momento, nuestra mente se vuelve libre y muy sensitiva. Al no tener que malgastar energía en mantener el pensador, toda la energía se dirige a la atención. Pero recordar, atención sin tensión. El pensador puede ser nuestra profesora de la infancia, nuestros padres, e incluso nuestra propia experiencia... o todas las cosas. Cada pensador nos produce cierta tensión, y si aflojamos el cuerpo, iremos deshaciéndonos de los pensadores. Entonces nuestra mente se mostrará tal y como es, no será ni buena ni mala, simplemente será libre.

Aunque sea un pensamiento personal, me ha parecido interesante primero porque va relacionado con el pensamiento clásico de la comprensión y eliminación del Ego (de la idea de nosotros mismos, de nuestras experiencias, nuestras conclusiones, nuestros anhelos) . Y segundo porque me gustaría saber si alguien ha tenido ciertas experiencias cuando se relajaba más y más. No hablo de super experiencias, quizá una sensación de alegría, ganas de llorar, miedo, plenitud, no sé.... si se ha podido ver esa tensión que manteníamos y si nos hemos deshecho de ella.

Por cierto, todo esto me recuerda a los trabajos de Alexander Lowen.

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