Podríamos poner muchos ejemplos, pero con este de la lotería es suficiente para comprobar que en la toma de decisiones, y sobre todo en la toma de decisiones importantes, la lógica no es el factor decisivo. De hecho, si nos fijamos y somos sinceros con nosotros mismos, veremos que casi ninguna decisión es totalmente racional. Solamente una mínima parte esta sujeta a la lógica.
Pero no hay que asustarse. La toma de decisiones, que no siguen criterios racionales, siguen otros criterios. Estamos hablando de la sabiduría instintiva, de una sabiduría natural que nos ha acompañado desde los primeros pasos de nuestra vida y que gracias a ella estamos vivos. Esta sabiduría es acallada e incomprendida con los años y la falta de práctica. A medida que crecemos, esta sabiduría la enmudecemos con razonamientos y palabras. Aunque es cierto que a lo largo de la historia han habido personas con cierta sensibilidad, capaces de entender estas señales. Un ejemplo claro serían los seguidores del I Ching, un libro de adivinación utilizado por los primeros Taoístas y uno de los libros más importantes que dio origen a diferentes ramas filosóficas orientales, como el Zen o el Confucianismo.
Volvamos ahora a nuestro tiempo, a nuestra vida. De hecho, son muchos los hombres de negocios, personas con poder económico que tienen que tomar decisiones "importantes" donde se juegan mucho, y que antes de decidirse, tienen en consideración, aunque con cautela, las señales que les da la vida. ¿Quien de nosotros no se ha fijado en estas señales? Acaso ante una decisión, ¿no habéis visto "algo" que habéis interpretado como algo favorable o lo contrario, que os ha hecho decidir por una u otra cosa? Un pájaro, ver a una persona, hablar sobre un tema, un recuerdo...
¿ Creéis en estas señales? ¿las tomáis en cuenta? ¿Os han ayudado?