LA LIBERACIÓN DEL EGO.

Hace tiempo leí en un blog que ahora no recuerdo el nombre, en el texto que transcribía una de esas charlas que daba Krishnamurti y en un párrafo de la entrada, un texto que, aunque no me acuerdo literalmente, recuerdo la idea "iluminadora" que transmitió y que ha ocupado mis pensamiento muchas horas de mis tiempos libres.

Venía a decir lo siguiente: El hombre (mujer y hombre) vive mediante ideas , la idea de sí mismo que es la fuente del sufrimiento, de la separación del hombre de la naturaleza (del todo), no deja de ser más que otra idea y por tanto, al ser una idea, una cosa fija e incompleta no se ajusta a la realidad y produce conflicto.

Tomemos un ejemplo. El hombre que se ve competitivo y que siente que esto produce separación, confrontación con los demás, no es competitivo... me explico, la competitividad es únicamente una reacción a una educación, a un sistema de valores, en definitiva a un entorno. Es la reacción a una presión externa que con el tiempo puede volverse interna.

Hasta ahí todo está claro, no es difícil de ver. Lo que añadía Krishnamurti era lo importante. Ese mismo hombre que se veía competitivo, si quería no serlo, él no podía hacer nada. Ningún esfuerzo consciente o inconsciente.

En el momento en que se esforzara en no ser competitivo, ambicioso, avaricioso, o lo que fuera, simplemente produciría una confrontación entre una idea anterior y una idea nueva. Sería como agregar una capa más, un problema más... la construcción de una personalidad (o idea de uno mismo) pero cuyo germen fue la competición y su reacción a esta. Simplemente es una reacción a una presión (externa e interna). Primeramente el decidió que le convenía ser competitivo y luego decidió que le convenía no serlo. Es su interés, aunque en el segundo caso este era más coherente, el que decide como respuesta a una situación. Es su Ego quien decide y el que añade una reacción más a la anterior y por tanto, la construcción de la personalidad no competitiva tiene en su base la personalidad competitiva.

Finaliza el breve discurso diciendo que ante todo este problema, el hombre no puede hacer nada. Que cada actividad que haga para "mejorar" se basa en la reacción del Ego, de la experiencia y, por tanto, no solo se produce un conflicto entre ideas y su consecuente sufrimiento, sino que esa acción carece totalmente de libertad. No es un acto espontaneo, libre y acorde con la energía universal, natural, o como se quiera llamar.

Este texto me llamó la atención  porque creo que es uno de los errores que cometemos todos aquellos que queremos "mejorar". Cuando decimos mejorar ya estamos poniendo una idea la cual queremos alcanzar. Ya hemos creado nuestras resistencia, nuestro conflicto. Pero no nos damos cuenta que eso es imposible. No podemos sentirnos parte de ese TODO queriéndolo... pero tampoco no queriéndolo. Nuestra voluntad es insignificante. Para el "todo" no somos más importantes que una mota de polvo que crea una voluntad propia... un Ego insignificante para el universo, pero una mota de polvo compuesta por la misma magia que hacen miles de enormes galaxias, con miles de millones de enormes estrellas de infinitos colores y miles de millones de billones de planetas, donde el tiempo y el espacio se mezclan y construyen mundos inimaginables. Eso... también somos nosotros... y eso... es real.

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