Suelta el cuerpo, suelta la mente.


Quien, mediante la palabra externa o interna, diferencie cuerpo y mente y, piense que las dos son cosas separadas, se equivoca diametralmente. Los yoguis nos lo han dicho desde hace cientos de años, las terapias concebidas para ayudar a pacientes con problemas psicológicos se están centrando cada vez más en la relación que tienen el cuerpo y la mente y cada vez los estudios realizados le dan la importancia que tiene cada una de las partes en relación con la otra.

Tuve un maestro de yoga que me decía:- Suelta el cuerpo para soltar la mente.- Efectivamente soltar el cuerpo hacía soltar la mente, osea, romper con los mismos bucles de pensamiento. Pero también sucede al contrario, soltar la mente hace soltar el cuerpo. Uno adquiere más agilidad cuando hace yoga sin prejuicios, sin ideas preconcebidas sobre su capacidad.
Una persona que retenga sus pensamientos, retendrá sus movimientos. Una persona que retenga sus miedos y sus inseguridades retiene sus músculos, retiene la energía del cuerpo. Por tanto, soltar los pensamientos, es también, soltar el cuerpo.

Ya vimos como el Yoga era capaz de liberarnos de nuestro subconsciente (enlace) ya que, al ir reteniendo nuestras frustraciones o miedos, nuestro cuerpo se va agarrotando, va sufriendo y cuando no puede más sobreviene la enfermedad: ansiedad, depresión, cambios de humor u otros problemas de salud.

El Tao nos dice que seamos flexibes como el bambú, y no como un roble. Flexibles de cuerpo y flexibles de pensamiento.

Y todos los grandes sabios: buda, Gandhi, Krishnamurti, Allan Watts, B.K.S. Iyengar, maestros zen,...

Tabla de postura de Yoga, enlace.

El arte de ver.

En la meditación, Krishnamurti se dio cuenta de la importancia del ver y solo el ver, sin la interferencia de la experiencia. De hecho, la meditación consiste en eso: nunca vemos un árbol; lo miramos siempre a través de la imagen que tenemos de él, del concepto acerca de ese árbol; pero el concepto, el conocimiento, la experiencia es algo por completo diferente al árbol real.

Krishnamurti decía: si al intentar miran un árbol,  verdaderamente lo mira, descubrirán lo extraordinariamente difícil que es ver de manera tal que ninguna imagen, ninguna pantalla se interponga entre el ver y el hecho real.

Un artículo publicado en Nature Neuroscience dieron a conocer los resultados de un estudio que llevaron a cabo con la intención de investigar la pantalla, el filtro con el que vemos el mundo. Aunque no dijo nada nuevo para aquellos que hemos leído a Krishnamurti, pudo confirmar de forma científica que el bagaje de la experiencia se interponía entre nosotros y lo que vemos... y que, contra más bagaje, contra más experiencia acumulada y dependiendo de la forma en que tengamos organizados nuestra memoria, vemos el mundo.

No es cuentión de tradición o costumbre la causa principal por la que resulta difícil desprenderse de la experiencia. Es cuestión de miedo, es cuestión de que hemos interpretado el mundo para entenderlo, para encontrarnos seguros dentro de él y durante toda la vida nos hemos apoyado en estas ideas, en estas interpretaciones. Por eso es difícil, por el miedo.

Hay una frase que, sin saber quien es el autor, siempre me ha gustado: "No hay nada peor en la vida que perderla por miedo a vivirla."

Por supuesto, y como escribieron los sabios taoístas, el miedo aparece de los opuestos, es el reconocimiento de lo desagradable lo que nos produce miedo....
Desagradable viene de la palabra agradable, de la experiencia de agradable aparece la de desagradable. Estas van unidas y unaforma parte de la otra, como no puede existir lo alto sin lo bajo o lo corto sin lo largo. Sin una de las dos, la otra no existe...

Quiero o necesito.

Cuando una persona dice, aunque sea para sus adentros, "quiero", el cerebro se mueve como si dijera "necesito", es el mismo movimiento y por tanto produce los mismos efectos.

Por una parte cuando digo "necesito" lo que queremos es paliar una necesidad física, queremos algo que nos alivie la ansiedad y nos vuelva al estado de tranquilidad previo a la necesidad. Al decir "Quiero", lo que sucede es lo mismo. Creamos una ansiedad, se trata de saciar la necesidad del Ego. Y esa necesidad puede parecer muy fuerte y difícil de romper.

Entender esto, entender que "necesito y quiero" es el mismo movimiento y, que este mismo movimiento causa dolor, entenderlo bien, es estar libre del sufrimiento.

La segunda Verdad de Buda decía: El origen del sufrimiento es el deseo o "sed de vivir" acompañado de todas las pasiones y apegos (enlace).

Krishnamurti en "Sobre el deseo" decía: el placer debe, por fuerza, traer pena, frustración, dolor y miedo, y a causa del miedo, violencia.

El silencio de la mente.

La mente huye del silencio porque la mente no entiende algo sin forma, algo que no tiene límites, algo que no se puede medir, clasificar ni encasillar.

Cuando nos adentramos en el silencio, nuestra mente empieza a crear todo tipo de artimañas para persuadirnos de que huyamos, dejemos este terreno baldío de no-palabra y volvamos a lo conocido. Esto es una lucha, la contradicción del parloteo de la mente que quiere: por una parte silencio, y por otra huir del silencio. Es nuestro Ego que: por una parte ha sido educado como miembro de una sociedad, con sus costumbres, tradiciones y apegos; y por la otra que se ha interesado por el beneficio del silencio.

Quizá por eso se han inventado todos los métodos diferentes de meditación, con el propósito de encontrar silencio y paz. Y aunque con estos diferentes métodos, con el tiempo, consigamos acallar la mente, sigue siendo el resultado de las intenciones de un Ego que reclama seguridad. Centrarse en un punto (por ejemplo) solo hace que la contradicción aumente, si bien podemos encontrar algo de sosiego así, no dejará de ser una manera de aislarse, una manera de renunciar al mundo para concentrarse es un punto y así, conseguir sentirnos seguros. ¿Pero quién se siente seguro? ¿Quien necesita estar seguro?

Hablar y hablar es separarse del aquí y el ahora. Da igual que hablemos por la boca y se nos escuche o que hablemos interiormente. El silencio es lo eterno, y en el silencio no hay necesidad de protección, no hay tiempo. Es la paz, no la paz del silencio inducido, sino la paz que proviene de la comprensión de uno mismo, de la falta de deseos y apego, de ser uno con el todo.


Que bien, tranquilo se está envuelto en el silencio.

Osho y el amor.

Supongo que muchos sabréis quien es Osho, y no es que me agrade especialmente, su nobleza es muy dudosa (enlace) pero tengo que admitir que muchas de sus frases, muchos de sus discursos merece la pena leerlo atentamente.

"¿Qué es amor?"

A lo que Osho esponde: Es una profunda necesidad de ser uno con el todo, una profunda necesidad de disolver en una unidad el tú y el yo. El amor es así porque estamos separados de nuestra propia fuente. De esa separación surge el deseo de volver al Todo y de unificarse con El. "

Tu ego se ha convertido en una barrera entre tú y tu tierra: el Todo. El hombre se asfixia, no puede respirar, ha perdido sus raíces. Ya no es alimentado. El amor es un deseo de nutrición; el amor es enraizarse en la existencia .

Una vez que comienzas a pensar que eres alguien, te estancas. Entonces el amor no fluye. El amor sólo fluye de alguien que no es nadie. El amor mora sólo en la nada.

Cuando estás vacío, hay amor.

Cuando estás lleno de ego, el amor desaparece.

El amor y el ego no pueden converger.


Realmente bueno.

El problema lo crea la mente.


¿Por qué la mente separa?

Todo el mundo sabe que la mente juega con ideas y... una idea es una idea... Vale, después de esta sesuda afirmación, me explicaré más detenidamente. En nuestro crecimiento, uno se da cuenta de que hay momentos en que percibimos la realidad tal y como es: con su belleza, con sus detalles, sus colores, olores, el viento moviendo las hojas... nos es fácil estar en contacto con la realidad y queremos permanecer en ese estado. En cambio, en otras ocasiones, nuestras preocupaciones, nuestros afanes, miedos, etc. nos evaden, nos transportan a otro mundo, nos aislan: nos separan de la realidad. Cuando esto sucede y nos damos cuenta intentamos mediante algunos métodos como la meditación volver a ser uno con todo.

¿Por qué sucede esto?

Cuando uno mira una rosa y dice -rosa-, en realidad no ve la rosa. Uno, al nombrar la realidad, lo que hace es separarse de ella. Se aleja, para así poder clasificarla, entenderla, medirla, describirla, etc... el motivo suele ser un interés propio. Pero lo realmente importante, es que debemos alejarnos para hacer esto. Como ya he dicho antes, nos separamos de la realidad para describirla ... ¿Pero quien se separa? Pues bien, nuestra mente crea una imagen de nosotros mismos, una imagen que entienda, clasifique, nombre el objeto, etc... y esa imágen de nosotros mismos estará separada de lo vivo, de la realidad del mundo que nos rodea, porque sino se aleja, no puede describirla. En cierto sentido, la mente crea una imágen de nosotros mismos separada, una imagen aislada, incompleta.Y en esencia es por eso que buscamos más experiencias, más sensación, para así volver a ser uno con el mundo (aunque así pase lo contrario).

Por último, sentirnos aislados sucede, pero es solo una ilusión que se forma por el uso de nuestra mente.

Como siempre, creo que no me explico del todo bien, por eso siempre recurro a los sabios , ya clásicos, como mi querido Krishnamurti, que dice así: Sólo existís en la relación; fuera de ella no existís, la existencia carece de sentido. No es porque pensáis que sois, que surgís a la existencia. Existís porque estáis relacionados; y es la falta de comprensión de la relación lo que causa conflictos.

PUNTO HOKU

La medicina oriental trata el cuerpo y la mente como un todo unitario relacionado íntimamente y que debe cuidarse para conseguir, que esta unión, trabaje como una máquina perfecta. Así como un pensamiento que nos desasosiega nos produce efectos dañinos en nuestro cuerpo, también sucede lo contrario: un problema físico impide encotrarnos bien, nos concentra en un punto dañino y en pensamientos pesimistas y como mínimo en falta de atención.

Yoga, tai chi, acupuntura ,Chi Kung , son algunos de los sistemas más utilizados y completos para lograr la armonía del binomio cuerpo-mente.

En concreto, en acupuntura existe un punto utilizado para beneficiar el estado de ánimo, un punto que ocupa un tema entero en los manuales de acupuntura y del cual se ha estudiado y escrito numerosos volúmenes de medicina china tradicional. Se llama el Punto Hoku.

Los puntos HOKU estan situadas en ambas manos, en el área dónde se forman líneas entre el pulgar y el dedo índice. Estos puntos son muy conocidos en la acupuntura china, se estimulan a menudo para alivio de:

- dolores de cabeza,
- estreñimiento,
- insomnio,
- estrés,
- tensión en el cuello y hombros
- dolor de articulaciones (artritis)
- antiinflamatorio
- favorece el sistema inmunológico
y se consideran que tienen un efecto revitalizante en todo el cuerpo.

Se utiliza en tratamientos para aliviar el estrés, para problemas de adicciones a alcohol, tabaco y otras drogas y además produce un desarrollo en la zona de nuestro cuerpo que se ocupa en creación de endorfinas.

Para desarrollar el punto Hoku: Debe apretar el punto Hoku (LI 4) poniendo el pulgar sobre el punto, y el dedo índice en la palma de su mano. Luego haga pequeños movimientos circulares con el pulgar hasta que sienta el punto (al principio cuesta encontrarlo). Luego mantenga una pequeña presión con el pulgar durante 10 o 15 segundos al principio. La mano debe estar relajada.

Con la práctica y tiempo podrás encontrarlo fácilmente y siempre puedes buscar información en internet y manuales de acupuntura.

El silencio de buda.


"El silencio de Buda", aparte de ser un libro de ensayo sobre el budismo y su historia, es una frase llena de sabiduría. Particularmente, el silencio me encanta. Cuando acabo la jornada laboral y me acomodo en el silencio, todo parece aquietarse, los problemas son solo interpretaciones, y me inunda una tremenda paz.

Veámos, ¿qué se ha dicho sobre el silencio?


Krishnamurti.- La percepción alerta, la comprensión, es un estado de la mente de completo silencio, silencio en el cual no existe opinión, juicio ni evaluación alguna. Es realmente un escuchar desde el silencio. Y es sólo entonces que comprendemos algo en lo cual no está en absoluto envuelto el pensamiento. Esa atención, ese silencio, es un estado de meditación.

Ramana Maharshi.- El silencio habla siempre, es el flujo perenne del “lenguaje”. Es

interrumpido por la palabra pues las palabras obstruyen este “lenguaje” mudo. Las conferencias pueden entretener a las personas por horas sin mejorarlas. Por otra parte el silencio es permanente y beneficia a toda la humanidad... El silencio es elocuencia incesante. Es el mejor lenguaje.

Nisargadatta Maharaj.- En la naturaleza nada dura, todo vibra, aparece y desaparece. El estado natural de la mente no puede ser ningún pensamiento en particular, sólo el silencio.


En el Tao.- El parloteo constante de nuestra mente y de nuestra
boca agotan el Chi y nos debilitan considerablemente.
La mente evita el silencio porque el silencio no tiene limites no tiene forma y no se puede definir. Aprende a ser como el Universo escuchando y reflejando la energía sin emociones densas y sin prejuicios.

El mismo Buda dijo.- El silencio tiene su lenguaje, sabe hacerse entender.

Todas estas personas (y muchas más) , personas sabias, han reconocido el valor del silencio. Han entendido que el valor de la palabra, de la idea transmitida, es una forma incompleta, una etiqueta que limita la realidad.

De hecho, la vida surgió en el silencio de la inmensidad.


¿Cómo silenciar la mente?

Cuando empezamos a meditar y vemos que nuestra mente se empieza a preocupar por cosas sin importancia; cuando vemos que la mente es una interrupción continua que se desvía de nuestro objetivo hacia cualquier banalidad, entonces entendemos algo: la mente es un obstáculo para meditar. Es realmente un fuerte impedimento.

Intentamos, desde la mente, desde el esfuerzo, apaciguar y acallar el parloteo mental para, que así , nuestra atención sea completa. Desde la idea que tenemos de meditación o de "mente callada" actuamos e intentamos ajustar la meditación a lo que creemos debería ser. Pero eso, lo único que produce es hacer más fuerte el conflicto entre lo que es y lo que debería ser.

Por supuesto, no hablo de la meditación controlada y dirigida a un punto, este tipo de meditación es concentración y no atención, y la concentración tiene un motivo, una intención del Ego y la búsqueda de una idea, pero no de la realidad. La concentración es el fruto de las exigencias del Ego. (Más sobre CONCENTRACIÓN.)

Volviendo a lo anterior: al conflicto entre lo que creemos que es la meditación y la realidad, y en el apaciguamiento de una mente charlatana... ¿Cómo conseguimos apaciguar la mente? Si empiezo a pensar que no tengo que pensar, que quiero un silencio mental, lo que hago es ajustarme a esa idea... entonces... ¿Cómo consigo el silencio de la mente?

Te diría que lo único que necesitas es atención, atención y atención. No pienses en que debes estar en silencio, en que estas pensando en esto o en lo otro y no deberías, simplemente, estate atento y ya esta.

Pero si te cuesta, por el motivo que sea, puedes centrarte en la respiración (Veremos esta otro día). La respiración es la forma en que nuestro cuerpo se nutre y entra el "prana" en nuestro cuerpo. Pero dejando de lado nombres induístas de hace miles de años, el aire que respiramos es verdaderamente una buena base de meditación. Es una energía que se encuentra fuera de nosotros, entra en nuestro cuerpo, formando parte de él, y sale al exterior. ¿El aire, dónde deja de ser un elemento externo para formar parte de nosotros? ¿Cuando podemos decir que el aire forma parte de nosotros? ¿En el momento que entra por la nariz, cuando recorre por la traquea, cuando entra en los bronquios o cuando esta en nuestra sangre? Este tipo de meditación, no solo te hace ser sensible a los efectos de la respiración, además elimina las barrera entre la idea del yo y de lo demás, elimina la falta idea de que soy un ente separado del exterior.... Pero no digo más, cada uno que saque sus conclusiones y , si le apetece, que comente sus experiencias.


*Por cierto, en la imagen superior pone: Los seres sensibles son, en esencia, budas.
Es como el agua y el hielo.
No hay hielo sin agua, no hay budas fuera de los seres sensibles.

Apaciguar la mente.

Algunas veces nos damos cuenta de lo importante que es silenciar la mente para comprender, o por lo menos, que los pensamientos se sucedan más lentamente... Pero cuando intentamos apaciguar la mente esta se revela y se muestra más fuerte y exigente. Empieza pues un conflicto interno que se puede resolver... pero no a la fuerza.

Entonces ¿Cómo apaciguar la mente?

Un sabio hindú, un antiguo asceta, un escritor y poeta dijo lo siguiente sobre el cómo apaciguar la mente:

-Piensen continuamente "¿Quién soy yo?" y ese pensamiento destruirá a todos los demás.
Cuando surjan pensamientos, no hay que perseguirlos, sino preguntarse: "¿de dónde surgen?" No importa cuántos pensamientos aparezcan. En la medida en que lo vayan haciendo, hay que indagar: "¿A quién le surge este pensamiento?". La respuesta que aparecerá será "A mí". Por consiguiente, si uno se pregunta "¿Quién soy Yo?", la mente se remontará a su origen y el pensamiento que surgió se aquietará. Mediante una práctica repetida de esta manera, la mente desarrollará la habilidad de permanecer en su origen.

Con otras palabra krishnamurti lo dijo:

Puede uno ver ¿no es cierto?, por qué el pensamiento ha creado un centro como el yo, el ego; el nombre que uno le dé no hace al caso, mientras reconozca uno que hay un centro del que surge todo pensamiento. El pensamiento ansía permanencia; y viendo que sus expresiones son impermanentes, crea el ‘yo’ como un centro. Entonces aparece la contradicción.

Por cierto el sabio del primer párrafo se llamaba Ramana Maharsi.

¿Qué es el "yo"?

En el libro que escribió Krishnamurti "La libertad primera y última." el autor trata de responder a una de las preguntas más profundas que se puede hacer un ser humano. ¿QUÉ ES EL "YO"?

- Para mí significa: idea, recuerdo, conclusión, experiencia, diferentes intenciones, unas conocidas y otras no, constante esfuerzo por ser o no ser, acumulación de la memoria inconsciente, memoria racial, grupo, lo individual, el clan, y todo eso...-

Y si desaparece todo esto: la idea, recuerdo, conclusión... etc. ¿Qué queda? Krishnamurti solo lo insinúa:

-... la creencia, el conocimiento, la experiencia, la búsqueda de virtud, todo eso debe terminar para que aflore la realidad, la verdad...

El problema es la experiencia, abandonar todo lo conocido, todo nuestro "yo", es sumamente difícil, porque el recuerdo lo hemos acumulado porque obtenemos beneficio o seguridad, si perdemos estas creencia, entonces, estamos deshaciendo el muro que hemos construido con la intención de mantenernos seguros. Y un recuerdo es una experiencia, un hecho con una interpretación, una palabra que clasifica, una valoración de algo.
Si no interpretamos, clasificamos o nombramos, la experiencia o el recuerdo "no existe", y por tanto no acumulamos un recuerdo que nos sirve para obtener seguridad.

Por tanto: la dificultad esta en abandonar experiencias y conocimientos que nos dan seguridad y adentrarnos en algo desconocido y esto no le gusta nada a nuestra mente.


Por cierto, podéis ojear el libro AQUÍ.

La vida de Krishnamurti.

Este es el documental biográfico de Krishnamurti. Dura un poco más de una hora pero esta dividido en secciones para que lo podamos ver al ritmo que queramos. Lo he visto y es un documental bello, habla de todas las facetas de Krishnamurti, en los tres o cuatro primeros vídeos se centran más en la vida, en como creció y como se formó. Las siguientes partes de vídeo trata sobre sus enseñanzas, sobre sus pláticas y sobre la esencia del hombre.



















FIN

Más vale malo conocido, que bueno por conocer

Durante nuestro crecimiento personal, mientras nos desprendemos de nuestros apegos, descubrimos ideas preconcebidas o actitudes que nos dañan a nosotros o a las personas de alrededor.

Ideas o actitudes que hemos estado arrastrando a lo lardo de la vida y que "forman" parte de
nosotros, de nuestro carácter. Ideas que consideramos tan arraigadas a nuestra persona, a nuestro "yo", que nos resulta verdaderamente difícil cambiarlas o eliminarlas.

Siempre que intentamos cambiarlas aparecen las dudas, el miedo, la angustia y la ansiedad... La ansiedad forma parte de la naturaleza del intelecto, así como las heridas psicológicas, porque el intelecto, que es pensamiento, crea la imagen que luego es susceptible de ser lastimada. Una imagen que se siente segura en determinado estado y que prefiere no cambiar.

La mente que ha creado la idea ahora crea la ansiedad, ahora puede preocuparse del problema de la ansiedad, estar tratando con un problema que conoce, la ansiedad que ha creado y utilizarla como escusa para no tener que enfrentarse a un cambio, a algo nuevo, a algo que desconoce...

Mientras la mente este ocupada con la ansiedad, esta ocupada con el "yo", y de esa manera, aun angustiándose, la mente no se enfrenta a lo nuevo, a lo desconocido, siempre está en el campo del Ego. Se mueve dentro de este campo, el campo conocido y el de lo reconocido. De esta manera la mente crea nuestra prisión con barrotes "protectores", con barrotes que no dejan de perfilar una prisión que nos impide vivir plenamente.

Esta es mi explicación al por qué del famoso dicho: "Más vale malo conocido, que bueno por conocer". Al origen del refrán, no a su aceptación.

La importancia de la respiración.

En occidente, no le prestamos la debida importancia al hecho de la respiración. De hecho la mayoría de las personas, respiran superficial, rápida y de forma incompleta, aprovechando sólo una parte de su capacidad pulmonar.

Respirar bien es de suma importancia para conseguir un buen estado en nuestra unidad "cuerpo y mente" y desde hace milenios los yoguis han ido aprendiendo, y practicando diferentes formas de respiraciones, se dieron cuenta de como influía en nuestro organismo y empezaron de forma empírica a entender el papel que ejerce sobre nosotros.

La respiración es la asimilación del prana en nuestro cuerpo. Es la forma que tenemos de alimentarnos del elemento más vital del mundo: el oxígeno. Hay que tener en cuenta que una persona puede estar perfectamente dos semanas sin comer , sin beber dos días, pero sin respirar sólo unos pocos minutos. La entrada de oxígeno nos ayuda a vivir, y si no se hace correctamente sometemos al cuerpo a un estado de tensión.

Pero la respiración no solo es beneficiosa por la entrada de oxígeno o por el prana y respirar bien. Hay otros motivos por los cuales debemos practicar y realizar bien las respiraciones. Veamos algunos:

1º- Una buena oxigenación nos aporta claridad mental, además de favorecer la concentración y ayudarnos a combatir el insomnio y las situaciones de estrés.

2º- El aire contiene moléculas con diferentes cargas electromágneticas. Una adecuada respiración neutraliza los protones,elementos capaces de incrementar hormonas que originan hiperactividad y depresión.

3º- Un aumento en la cantidad de sangre, debido a su mayor oxigenación en los pulmones. Esto favorece la eliminación de toxinas de todo el sistema.

4º- Eliminamos el dióxido de carbono que, si se acumulara en los tejidos, alteraría muchas funciones llevando a una intoxicación.

5º- A través de los movimientos de la diafragma durante los ejercicios de respiración profunda, los órganos abdominales - el estomago, el intestino, el hígado y el páncreas - reciben un masaje. Además, el movimiento de la parte superior de la diafragma le proporciona otro masaje al corazón. Estos masajes estimula la circulación sanguínea en estos órganos.

6º- Aumenta la capacidad del cuerpo para dirigir y asimilar los alimentos. Los órganos digestivos, como el estomago, reciben mayor cantidad de oxígeno y, por lo tanto, su funcionamiento es más eficaz.

7º- Concentrarse en una respiración profunda hace que entremos más fácilmente en estado Alfa.

Cuento "El gran sueño."


Os voy a poner un cuento extraído de http://cuentossabios.blogspot.com/2011/06/el-gran-sueno.html . Un cuento judío muy bonito y positivo que trata sobre el miedo común a la muerte. Se titula EL GRAN SUEÑO.

Un hombre fue a ver, un día, a un rabino y le expuso su problema:
- Rabí, tengo miedo a morir.
- !Abandónate, cada noche, al sueño como su fueras a morir!- le aconsejó el rabino.
Pasado un tiempo, el hombre regresó a ver al sabio, que le preguntó si había seguido sus indicaciones . El hombre asintió.
- ¿Y qué has sentido? ¿Cuantas horas has dormido?
- No lo sé. Para mí fue como un minuto. Me dormí sin darme cuenta y, al despertar, me parecía que acababa de despertarme.
- Exactamente- repuso el rabino satisfecho- , pues, has podido ver, cuando se está dormido, no se siente consciencia del tiempo que pasa.


Durante la muerte, al igual que durante el sueño, la consciencia personal no existe. Por tanto el tiempo tampoco. Si tuviéramos que renacer, renaceríamos al instante, igual que cuando despertamos de un sueño parece que despertemos al instante. Espero os haya gustado.

Músculos tensos y la represión del subconsciente.

Nuestro cuerpo: nuestro testigo amigo que nos ayudará a desbloquear nuestro subconsciente.
Como la mente y el cuerpo son uno, el inconsciente debe tener un significado físico. El inconsciente es esa parte del cuerpo que no se percibe. Es importante saber que un nervio y su músculo forman una unidad fundamental. Cuando un músculo está crónicamente contraído, los nervios efectores del músculo se aíslan del sistema nervioso global en lo que concierne a los movimientos voluntarios. La represión de un sentimiento ocurre cuando el músculo que está cargado con ese sentimiento es apartado de la consciencia por la tensión crónica y el nervio que inerva al músculo se aísla de la red nerviosa.

De esta forma los sentimientos de ira, rabia, miedo, frustación, inseguridad, etc... (todos aquellos sentimientos que nos desagradan y que queremos huir de ellos) los guardamos y retenemos dentro de una caja llamada "cuerpo". Los sentimientos son percepciones que tenemos de nuestro cuerpo. La idea que tenemos sobre nosotros mismos decide si unos u otros son convenientes o no.

Es por eso que, si queréis meditar, mirar hacia dentro, liberaros del subconsciente, la relajación de vuestros cuerpos es fundamental. Soltar los músculos ayudará a liberarnos del condicionamiento del subconsciente y... a ser más libres.


"Quien mira hacia fuera sueña, quien mira hacia adentro despierta”.
Carl. G. Jung

¿Qué interrumpe el conocimiento de uno mismo?

Hace mucho, mucho tiempo leí que uno era tres personas, decía así:

1º-La que creéis que sois = autoconcepto.

2º-La que los otros creen que sois = diferente para cada observador.

3º-La que realmente sois = que precisa del autoconocimiento. Ya que, sin duda, el autoconocimiento es necesario para tener o mejorar nuestras relaciones interpersonales, con los amigos, en el trabajo, con la familia…

Leyendo a Krishnamurti encontré una frase que me llamó la atención por la fuerza de la verdad que decía y por lo clara que era. Hablaba sobre el autoconocimiento, sobre el conocimiento analítico, sobre si a la hora de conocerse a uno mismo, vemos lo que no nos gusta y lo
intentamos cambiar según nuestras preferencias. Nos amoldamos a nuestras expectativas, etc. Y Krishnamurti confirmaba que ese proceso deteriora y es básicamente,
una reacción a un estímulo. Es un esfuerzo por modificarnos que provoca conflicto entre lo que es y lo que queremos ser. Deteniendo así, el proceso de aprendizaje.
Cuando él (Krishna.) propone un aprender pasivo, un aprender sin las interferencias de un Ego que juzgue o clasifique, y por tanto, sin ser consciente de nuestro
aprendizaje. Parece, sin duda, una forma errónea , o en cualquier caso peculiar, para el pensamiento occidental, el cual juzga y clasifica las ideas con la intención de resolver nuestros problemas a fuerza de jugar con ellas.
Entonces leí: “INTERPRETAR ES ELEGIR”. Ya no hacía falta explicar más, esta era la frase, entendí a que se refería.

Un árbol puede ser :
Para un evanista: de buena calidad para hacer cierta parte del mueble.
Para un economista: un bien con un valor económico.
Para un ecologista: un elemento que oxigena el aire y alberga animales.
Para un budista: un antepasado reencarnado... no sé.
Pero la verdad es que es un árbol, simplemente.

Si queremos conocernos a nosotros mismos debemos estar abiertos a nosotros mismos, sin complejos, sin esperanzas, sin decepciones, etc... vamos, sin nuestras opiniones anteriores, sin la carga de nuestro bagaje personal, cultural, etc... Sin ser ebanista, economista, ecologista, budista o lo que sea. Porque si somos ebanista, economista... entonces interpretaremos según nuestro campo de especialización, según nuestra educación y nuestra experiencia. Y esto detiene el proceso de aprendizaje, lo interrumpe. Así no avanzamos.

En fin, esto del conocimiento es fascinante, en otro post veremos más sobre el autoconocimiento.

El Viento y la idea del Yo.

La palabra no es la cosa.

El viento pasa, refresca nuestra piel, acaricia nuestro pelo, mueve nuestras prendas de vestir, las hojas de los árboles, las nubes. Se mueve por nuestro cuerpo y también por las lejanas montañas. Pero, como si pudieramos retenerlo, decimos- "El viento", "Qué bonito", "Qué bueno..."

Como si sentir el viento fuera un concepto, como si pudieramos atraparlo con una palabra. Decimos viento y antes de que acabemos la palabra, el aire que hemos percibido ya se encuentra lejos de nosotros. Ya ha cambiado. El viento nombrado ... simplemente...ya no "esta".

Hace tiempo estaba muy contento por algún motivo, después me puse triste porque ese motivo desapareció, luego me enfadé y por último volví a estar contento no sé muy bien porque. Entonces decimos- " Yo estoy..."

Como si al decir "Yo estoy..." pudiéramos retener los estados de alegría y pudiéramos retener los de angustia para hacer algo sobre ellos. Juzgamos, etiquetamos, valoramos nuestras impresiones y dictaminamos "YO ESTOY...". En ese momento hemos hecho una idea de nosotros, de nuestro estado emocional. Pero si con solo decir la palabra viento, ya nos hemos quedado por detrás de la realidad, y hemos dejado de seguir el movimiento de esta... cómo no vamos a quedarnos atrás cuando diga : "Yo estoy contento por esto..." (y antes de decir eso he juzgado, etiquetado y valorado mi estado de ánimo según mi experiencia.)

Simplemente al igual que pasa con el viento, cuando decimos- "yo estoy..."- lo que hacemos es más bien... no estar.

Como siempre tengo la impresión de no explicar bien lo que quiero, pongo una frase de Krisnamurti que lo describe muy bien : LA PALABRA NO ES LA COSA.


Cómo meditar según Krishnamurti.

Krishnamurti nunca dijo como meditar. Porque decir el como hay que meditar es actuar y ajustarse a un patrón, es ajustarse a la idea que nos hacemos de cómo hay que meditar. Es moverse desde la experiencia, desde la idea, es filtrar la realidad por nuestro bagaje. Es actuar desde el YO, con una intención, con un motivo, queriendo conseguir algo y disipando la energía de nuestra atención.




Una vez le preguntaron a Krishnamurti: ¿Qué implica la meditación?

Y Krihsnamurti dijo:

"Lo primero es vaciar la mente por completo de todo lo conocido; la segunda es una energía no dirigida ni controlada. A partir de ahí, la meditación también requiere la más elevada forma de orden, orden en el sentido de terminar por completo con el desorden generado por la contradicción y una estado de la mente que no sea lo individual. Debemos descartar del todo la idea de practicar un método, porque lo más importante es si la mente, que incluye el corazón, el cerebro y todo el organismo físico, puede vivir sin distorsión ni compulsión alguna y, por lo tanto, sin esfuerzo alguno. Por favor, hágase esa pregunta a sí mismo; todo esto es meditación.

Nuestras mentes están distorsionadas, han sido moldeadas por la cultura en que vivimos, por las estructuras religiosas y económicas, por el alimento que ingerimos, etcétera; le damos a la mente una determinada estructura, la condicionamos y este condicionamiento es una distorsión. Únicamente cuando no hay distorsión la mente puede ver con claridad, con pureza, con inocencia y de manera completa. El primer paso es la capacidad de mirar, el arte de escuchar, de mirar sin distorsión alguna, lo cual significa que la mente debe estar en absoluta quietud, sin un solo movimiento. Ahora bien, ¿puede la mente que está en constante movimiento permanecer completa y absolutamente en silencio, sin ningún movimiento, sin método, sistema, práctica o control alguno?

La mente debe vaciarse a sí misma de todo el pasado para que sea altamente sensible y no puede ser sensible si existe la carga del pasado; sólo una mente que ha comprendido todo esto es la que puede formular la pregunta, pero al formular la pregunta no obtiene una respuesta, porque no hay respuesta. La mente se ha vuelto altamente sensible, por tanto, sumamente inteligente y la inteligencia no tiene respuestas, en sí misma es la respuesta. El observador no tiene cabida porque la inteligencia es lo supremo.

En ese momento la mente ha dejado de buscar, no desea experiencias más elevadas y, por consiguiente, no utiliza la capacidad de controlar. Vea la belleza de eso, señor, no controla porque es inteligente; sólo actúa y trabaja, por lo tanto, en el mismo acto de la inteligencia desaparece el estado dual; todo esto es meditación. Es como una nube que comienza en la cima de un cerro junto con unas cuantas nubecitas pequeñas y a medida que avanza cubre todo el cielo, el valle, las montañas, los ríos, los seres humanos, la tierra; lo cubre todo. Eso es la meditación, porque la meditación abarca todo el vivir, no sólo una parte.

Únicamente entonces la mente puede permanecer en silencio, sin un solo movimiento, no por un instante, porque ese instante no tiene duración, no pertenece al tiempo. El tiempo solamente existe cuando está el observador que experimenta ese silencio y dice, “quiero tener más”. Por lo tanto, como ese instante de absoluto silencio e inmovilidad no pertenecer al tiempo, tampoco tiene pasado ni futuro, de manera que esa inmovilidad, esa quietud absoluta está más allá de todo pensamiento; y debido a que ese instante no tiene tiempo, es eterno. Una mente libre de toda distorsión es, de hecho, la verdadera mente religiosa, no así una mente que va al templo, que lee los libros sagrados o que repite rituales por hermosos que puedan ser, tampoco lo es una mente saturada de imágenes impuestas o propias. El vivir no está separado del aprender y en esto hay una gran belleza, porque después de todo, el amor es eso. El amor es compasión, pasión, pasión por todo; y cuando hay amor no existe el observador, no hay dualidad, la dualidad del 'yo' que ama a 'alguien', ni el 'alguien' que me ama a 'mí', sólo hay amor, no importa que sea a uno o a mil; sólo existe el amor.
"


EL TIEMPO NO EXISTE.

Os pongo un vídeo que he encontrado en Youtube sobre el tiempo, sobre la concepción que tenemos, el movimiento, EL PENSAMIENTO Y EL TIEMPO... para que cada uno saque sus reflexiones.



¿QUE OPINAIS?

La importancia de la idea en el conflicto.

Buda hablaba de la mente pura para ver el camino. ¿Pero qué es una mente pura?

Para Buda fue una mente sin ideas. No una mente llena de ideas nobles, o al contrario, una mente con pensamientos inmorales. Es una mente sin contenido.

Krishnamurti dijo:

Las ideas actúan como un refugio, un escape; las ideas que se han convertido en creencias impiden naturalmente el vivir completo, la acción completa, el recto pensar.

La idea tiene mucha más importancia en la filosofía oriental de lo que podemos creer. La idea, el pensar es un filtro por el que vemos, los conceptos que hemos extraídos a lo largo de la vida se basan en experiencias propias, y generalmente en formas de ver el mundo anteponiendo (mejor dicho interponiendo) nuestro vagaje personal. Vemos los actos, los paisajes, las personas, etc, no como son realmente sino decorados con nuestros gustos e ideas preconcebidas. Reducimos todo a palabras o a ideas y nos olvidamos de lo que vemos realmente. Nuestra búsqueda de seguridad y de placer ha conformado todo esto y detrás de esto está la idea del yo mismo.

Krishnamurti siempre lo describe mucho mejor: La palabra no es la cosa. Todo lo filtramos a través de nuestros prejuicios religiosos o espirituales, psicológicos o científicos; así como de nuestros cotidianos deseos, preocupaciones y temores. Todo lo escuchamos a través del filtro. De ahí que en realidad sólo escuchemos nuestro propio ruido, nuestro propio sonido, no lo que se dice.

Ser libre de ideas es ser libres del Ego.

¿Puede el pensamiento resolver el conflicto?

¿Puede el pensamiento resolver el conflicto? El interno y el externo.

Krishnamurti dijo en una de sus conferencia.- Cuanto más pensamos en un problema, cuanto más lo investigamos, analizamos y discutimos, tanto más complejo se vuelve. ¿Es entonces, posible observar el problema en su total amplitud? ¿Cómo podremos comprender todo esto de una manera total? Es evidente que tan sólo se podrá resolver cuando lo podamos observar como un todo, no en compartimientos, ni dividido. ¿Y cuándo es posible esta observación? Sin duda alguna sólo es posible cuando el proceso de pensar, que tiene su origen en el “yo”, en el ego, en el trasfondo de la tradición, del condicionamiento, del prejuicio, de la esperanza, de la desesperación, llega a su fin.

Un inciso mio: la próxima vez que tengas un día pesado, un día con mucho estrés, con muchos problemas que resolver y con mucho cansancio acumulado, o estés confundido, triste, ansioso o simplemente irritado. Ese día, ves a un sitio donde estés a solas e imagínate que estas muerto, que ya no puedes hacer nada por nada, por nadie, ni por ti mismo. Y que nada puede hacer nada por ti, ni bueno ni malo. No quiero decir que te tumbes y no te muevas , simplemente, como en el anterior post: Muere y entonces vive. Disfruta ese momento porque será uno de los momentos en que más despierto estés.

Eso es meditar, es ser libre de recuerdos, de yoes, de intenciones fundadas en la experiencia, en del Ego. Eso es estar libre del tiempo, del debo y del no-debo... del pensamiento. Eso es vivir.

No intentes meditar, no te concentres en un punto, no te pongas ha hacer posturas de yoga, ni escuches música o leas un libro. Déjalo para después si te apetece.

No digo más... hay que probarlo.


Pintura que representa a Bodhidharma meditando, creada en 1887 por el artista japonés de ukiyo- Yoshitoshi . (Imagen de la colección deCharles C. Goodin).

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