SEA NADA Y ENTONCES VIVA
Que suerte que cuando Krishnamurti vivió, ya estaban inventadas las cámaras de vídeo. En este Krishnamurti enseña a un grupo de escolares nociones básicas sobre la mente, el Ego y la creación de imágenes.
Es un discurso sin desperdicio y verdaderamente entrañable.
SEA NADA Y ENTONCES VIVA